El yodo es una pequeña molécula química que lo llamamos un "elemento traza" o un "micronutrientes". Su única función en los seres humanos es servir como un elemento fundamental para la síntesis de hormonas tiroideas (tiroxina y triyodotironina T4-T3) en la glándula tiroides. El yodo entra en el cuerpo de los alimentos que comemos, y una vez en la sangre se extrae por la glándula tiroides a producir T3 y T4. El yodo es un buen agente antibacteriano y cuando se utiliza en grandes cantidades en una solución antiséptica para matar los gérmenes en la piel, pero esto no es una función fisiológica.
Desde el momento de la concepción hasta muy tarde en el embarazo, el feto es casi totalmente dependiente de la madre para su suministro de hormonas tiroideas (T4, principalmente). Sólo en la última semana de gestación, justo antes del nacimiento, es la glándula tiroides fetal es capaz de funcionar lo suficientemente bien como para fabricar su propia hormona T4. Ahora sabemos que para proporcionar la T4 extra necesario para mantener el embarazo y el suministro del bebé en desarrollo, la glándula tiroidea de la madre tiene que aumentar su producción de T4 por lo menos en un 50%. En ningún otro momento en la vida la glándula tiroides tiene que realizar un esfuerzo como este. Si la madre no recibe suficiente yodo en su dieta no podrá cumplir con estas necesidades.
Si el feto no recibe suficiente hormona tiroidea para su crecimiento y maduración, el recién nacido podría sufrir un daño irreversible en su cerebro. En este caso el niño podría tener de un CI más bajo, junto con la audición y dificultades de aprendizaje y otras capacidades neurológicas deterioradas.